viernes, 7 de junio de 2019

EL BARROCO INTRODUCCIÓN

 La categoría de ¨barroco¨ es una construcción historiográfica del siglo XVIII, en la cual se buscaba separar la estética neoclásica de las lógicas de producción de los años precedentes. En realidad, no se trata de un estilo homogéneo. Cada región en la cual se produjo, presentó rasgos conceptuales y estilísticos propios. Dicha falta de homogeneidad, permite cuestionar si se trata de un estilo o, más bien, una época y forma de ver el mundo.

 Usualmente, se le ubica entre los inicios del siglo XVII y mediados del siglo XVIII, a pesar de que en lugares como Latinoamérica y el Europa Central se manifestó durante gran parte de la segunda parte del s XVIII. Por otra parte, en Inglaterra y Francia, el peso de las academias impidió que alcanzara su pleno desarrollo.

 Si algo determina la estética de dicho momento en la historia del arte es la teatralización de la vida (concepto de Teatrum Mundi). El arte o las artes se convirtieron en instrumentos de propaganda para proyectar el poder de las instituciones tradicionales, las cuales, frente a los primeros empujes de la modernidad se sentían amenazadas. Lo anterior explica el papel protagónico en su difusión de las monarquías y la Iglesia Católica. Asimismo, también permite deducir la razón por la cual, su origen y desarrollo se encuentra principalmente en territorio católicos, incluyendo España y sus colonias.

 El Barroco, como lenguaje se manifiesta en todos las disciplinas y géneros artísticos: música, literatura, escultura, arquitectura y pintura. Su carácter teatral produjo nuevos géneros híbridos como la ópera y el jardín barroco que evolucionaron de formas propias del período anterior (Renacimiento).
En él, todas las artes se fusionan para formar un conjunto que apela a las emociones del observador o escucha.

En lo formal los recursos son:
a. La sobreornamentación
b. Las composiciones abiertas
c. El empleo de formas orgánicas.
d. Las materialidades costosas

En lo conceptual se busca:
a. Dinamismo
b. Teatralidad
c. Opulencia
d. Ilusionismo

 Sería un error pensar que durante dicho período los artistas eran conscientes de crear un lenguaje o estilo separado de las normas y formas clásicas. En el fondo la mayoría de ellos simplemente ampliaron los recursos expresivos heredados. En su versión académica como la pintura francesa del s XVII (Poussin, Lebrun) existe una fidelidad a la estética del Renacimiento pleno (Rafael), mientras que se abandona la afectación manierista (segunda mitad del s XVI). En la arquitectura ocurre lo mismo con Perrault, y en cierta medida, la familia Mansart, a pesar de que las escalas empleadas y la conceptualización del espacio es escenográfica y, por lo tanto, desenfadadamente barroca.

 Su origen se encuentra en la última evolución del arte renacentista, en la cual, Miguel Àngel, Il Vignola,  Monteverdi y la escuela veneciana, anunciaban una nueva sensibilidad que se materializò inciando el siglo XVII en la arquitectura de Bernini y la pintura de Caracci. Por lo tanto, su cuna se encuentra en varios lugares de Italia, especialmente en la Roma contrarreformista. Posteriormente, se difundió por España y sus colonias, donde se fusionó con expresiones plásticas preexistentes (plateresco, mudéjar y tradiciones prehispánicas) para lograr variantes locales. En el noroeste de Europa su espacio de difusión fue la vida cortesana de las monarquías y principados (Francia, Austria, Alemania, Inglaterra) donde el nuevo gusto abarcó: vestimenta, diseño industrial, diseño gráfico y hasta formas de socialización.

CONTEXTO HISTÓRICO

El siglo XVII comienza con la crisis económica y política de la principal potencia de aquel entonces: España y las tensiones generadas por la Contrarreforma a partir del Concilio de Trento. Las guerras de religión que se produjeron desde el s XVI, alcanzaron su punto climático con la Guerra de los Treinta Años que dejó a Europa Central destruida y a su población diezmada.

Por otra parte, es importante tomar en cuenta el advenimiento de Inglaterra y Holanda como potencias con mayor presencia en el Caribe, sobre todo a partir de 1655, cuando Jamaica pasa a manos inglesas. Estas naciones junto con Francia van a ver expandirse su área de influencia, así como la modernización de sus estructuras sociales y económicas, las cuales evolucionaron hacia el capitalismo moderno. En el caso de este último país, cabe resaltar la concentración del poder en la figura del monarca (absolutismo), en parte como consecuencia de las políticas de los ministros Richelieu y Mazarino y en parte por la voluntad del rey que gobernó durante la mayor parte del siglo: Luis XIV.

En esta época el cultivo del azúcar y el comercio triangular generaron la acumulación de capital que hasta la fecha, colocaron a Europa Occidental como uno de los lugares más ricos del planeta.  Lo anterior representó el sufrimiento de millones de personas que murieron como consecuencia de la trata de esclavos trasatlántica. En ese sentido, a pesar de que la esclavitud ya existía como forma de organizar el trabajo, la demanda de mano de obra en América generada por la minería y la agricultura intensiva, convirtió a la costa occidental africana en una fuente de seres humanoS, transportados en masa al otro lado del Atlántico hasta avanzado el s XIX.

Por otra parte, Latinoamérica se convirtió en un apéndice de sus respectivas metrópolis, las cuales fueron administradas como territorios de las coronas luso hispanas. A partir de las leyes creadas desde el s XVI se construyeron las características socioculturales de la región en las cuales se consolidaron los sistemas de estratificación social basados en la etnicidad. En dicho contexto el papel de la iglesia católica fue fundamental como aglutinante cultural y político, así como difusora del arte y la música, para estos efectos de gusto barroco.