La iglesia de Santa Prisca es un ejemplo típico del barroco churrigueresco en América Hispana. Fue construida gracias a las riquezas generadas por la actividad minera de la región, más específicamente la plata. Aunque la espacialidad y el recurso de los retablos como puntos focales son comunes a otros ejemplos españoles y latinoamericanos, su esbeltez es típica del barroco Novohispano. En su interior destacan las pinturas de Miguel de Cabrera y la superposición de pilastras fuertemente rusticadas que se unen al patrón de agitación comunes a este lenguaje plástico.
Se puede agregar un dato curioso. La persona que financió su construcción no era ni español ni mexicano, sino un francés llamado José de la Borda.
ResponderEliminarPero ¿qué motivó a José de la borda para financiar la construcción de la iglesia? ¿e enamoró de la zona, o porque poseía terrenos ahí y por sus creencias decidió crear una?
ResponderEliminarSi no me equivoco, el retablo principal de esa iglesia es anástila y tiene una decoración voluptuosa, donde se aprecia el gusto latinoamericano, español y hasta musulmán en España...
ResponderEliminarCorrecto es anástila, y ese es el retablo principal
ResponderEliminarTomás de la Borda lo construyó como agradecimiento a su éxito económico logrado mediante la actividad minera
ResponderEliminar